Tengo dos hijos y una madre fallecida hace
ocho meses.
Nunca pensé que esta seria una manera de
presentarme pero creo que dice mucho de mi.
Hace tres años a mi madre de 66 le
diagnosticaron un cáncer de pulmón, y aquí comenzó nuestro camino con el y la
muerte, iban los dos de la mano, las posibilidades de saltarse la muerte en
este proceso eran nulas.
Yo tengo 39 años, y la noticia nos hizo
retroceder 20 años, ya que en aquel momento la misma enfermedad se llevó un pecho, pero no su vida.
Comenzamos con la quimio, y como decía ella,
“yo me tengo que concienciar de este inquilino que me invade y procurar no
tratarle mal, a ver si así no avanza mucho…”
La quimio funcionó el primer año, al año
comenzó con el oxigeno, el inquilino avanzaba, íbamos a peor...
Yo soñaba que se moría y me veía en el tanatorio
me despertaba llorando.... Estaría deseando su muerte?? no podía ser...era mi
madre!!
CONTRADICCION: QUIERO QUE VIVA, QUIERO QUE
MUERA......
El tiempo que pasaba era complicado, ella cada
vez se sentía peor, su calidad de vida había disminuido mucho. Estábamos en el
momento de asumir que salir de casa para ella iba a ser algo imposible…. Mas
tarde hubo que aceptar que su medio se reducía a la cama. Esto lo cuento porque
yo la acompañaba y me planteaba hasta que punto una mujer que ha luchado
siempre por toda causa que mereciera un motivo de justicia, que tenia unas
redes increíblemente grandes y entraba y salía, aquellas limitaciones no serian
tan injustas que yo deseara su muerte, antes que tener que asumirlas……
VIVIR-MORIR…. Los sueños son libres y como tales me presentaban algo que tarde
o temprano llegaría, yo me estaba preparando para aquel día, antes de tiempo,
pero sin poder detenerlo.
CONTRADICCIÓN: PARAR O SEGUIR
Aquellos momentos, horas, días,
semanas.....que la vida me sobrepasaba: mis hijos, la casa, el hospital....mi
madre que se iba, mi único deseo era estar a sus pies, para todo, y sentir cada
minuto a su lado, sin que nada más pasara por mi cabeza. Era imposible, porque
la realidad que vivo no permite eso, permite una visita de un ratito, y algunos
días ni siquiera eso. Cada hora, cada día, cada semana, las vivía como dos en
una. Lloraba en el coche todas las mañanas y me repetía que había que seguir….
CONTRADICCIÓN: ELLA NO ESTA PERO SI ESTA
El 11 de Abril se fue, los rayos de sol
iluminaban su habitación aquella mañana y yo lloraba encima de ella en el
hospital Gregorio Marañón, tapada con su colcha preferida....se fue, o se
quedó.....
Me sentía desnuda, desprotegida, en un bosque
hundida en el suelo, solo quería encogerme como cuando estamos en el vientre
materno y ya esta.....
Me dolía la mandíbula los ojos...el alma, solo
podía llorar y recibir los abrazos de la gente como energía que me daban para
recibir el siguiente achuchón. Tanatorio e incineración pasaron por ser un
baile de pareja con toda la gente a la que mi madre hizo hueco en su vida, y
que ahora como en un chotis me comunicaban lo muchísimos que sentían su
perdida.....
La adrenalina, sube tanto que yo tenia la
sensación continua de estar en una nube y que todo aquello acabaría, y
ella.....ella jamás volvería....no como yo la quería, a mi lado.
No puedo no reírme al escribir esto, porque es
así ella ya no me llama, no viene a mi casa a estar un rato, no viene a las
manis de mi brazo, no me da la charla porque mi hijo duerme conmigo.... pero la
siento, y sus genes son los míos, y siento que ella esta en mi vida... en cada
paso en cada momento.
Que el amor todo lo puede, quizás suene a
frase hecha, insulsa…. Pero a mi me da fuerzas muchas veces, porque su amor me
impulsa, ese si que no se ha ido!!!!
Ainhoa
Siento tan cercano todo lo que cuentas...El alma se me conmueve al repasar una y otra vez tu relato.Qué bien reflejaba tus sentimientos contradictorios.Y, por supuesto, tu madre, mi querida amiga, te acompaña para siempre. Ella te decía en sus últimos momentos:"Mi niña, mi niña". Nunca te faltará bien cerquita de ti.
ResponderEliminarSiento tan cercano todo lo que cuentas...El alma se me conmueve al repasar una y otra vez tu relato.Qué bien reflejaba tus sentimientos contradictorios.Y, por supuesto, tu madre, mi querida amiga, te acompaña para siempre. Ella te decía en sus últimos momentos:"Mi niña, mi niña". Nunca te faltará bien cerquita de ti.
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